viernes, 17 de abril de 2009

Las metas en la vida.


Las metas en la vida.

Estas son necesarias para que nuestra vida tenga un sentido. En el budo existen los grados y aun más en la Bujinkan, ya que son 15. Esto es algo increíble para muchos budokas de otras artes marciales, pero algo que nosotros lo vemos muy normal, pero que en verdad es algo sorprendente, todo ese esfuerzo, toda esa dedicación y el voto de confianza que da Hatsumi Sensei al otorgarlo. Bueno hablo de las metas y los grados, porque hace unas semanas, estuve de visita en el hombu dojo, en Noda y fui testigo de cómo una meta se cumplía, vi cómo después de la clase con Hatsumi Sensei, él le otorgaba el 15° Dan a mi maestro Sh. Gustavo Sánchez. Fue una experiencia muy buena, en la cual sentí mucho orgullo de ser su alumno. Pero luego vino otra revelación, en la cual mi maestro me decía que acababa de cumplirse una de sus metas, que iba a disfrutar el momento y que luego iba a pensar cual iba a ser la siguiente meta en su vida como budoka. De verdad que me hizo reflexionar, ya que desde hacia tiempo que yo no pensaba en esto, en cuáles son mis metas como budoka. Y me puse a pensar, en el transcurso de la plática que tuve con Sh. Gustavo, todo el esfuerzo que ha hecho para llegar hasta donde está. Yo puedo pensar que también he hecho un esfuerzo, claro que si, pues estábamos en Japón, para ir ahí hay que hacer muchos esfuerzos y sacrificios, pero no es solamente eso, ya que él se ha dedicado durante mucho tiempo a desarrollar su habilidad, entrenarnos a todos los que somos sus alumnos, andar de un lado para otro expandiendo la Bujinkan y después de todo esto destacar de entre todos esos budokas de tantas partes del mundo que van a Japón; porque me di cuenta de que realmente Hatsumi Sensei conoce a Sh. Gustavo, le habla por su nombre, le tiene confianza, a tal grado de que frente a mi lo haya invitado a su casa, en verdad que fue fabuloso. Eso no se obtiene solamente yendo a Japón, estando presente en unas cuantas clases, eso es trabajar, esforzarse, destacar, creer en uno mismo, ser hábil, tanto en el tatami como fuera de él. De verdad que esta ha sido una experiencia grandiosa, porque me ha hecho reflexionar si es que de verdad he estado haciendo el esfuerzo o solo he está pretendiendo hacerlo. Le agradezco al Sh. Gustavo Sánchez que me haya regalado estas enseñanzas, que son las que verdaderamente se dan de corazón a corazón (shinden), lo felicito porque ha llegado al grado más alto de nuestro amado arte marcial el 15° Dan y que las metas se sigan logrando, porque gracias a esas metas es que yo he sido testigo de lo que ha sucedido y esa razón es que ahora estoy escribiendo estas líneas. Jorge A. Sánchez (Shidoshi).

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