martes, 14 de abril de 2009

EL PODER DEL ASCENSO


EL PODER DEL ASCENSO


Adquirir un grado marcial cualquiera es algo mas que tener derecho a ciertos privilegios o bien a la vanidad de adornarse con sus insignias, sino que se trata en realidad de nuevos deberes y responsabilidades que se precisan reconocer y cumplir.
Sin los cuales el grado verdadero es aquel que se halla simplemente simbolizado en la forma exterior; tampoco es reconocido por cada uno de nosotros, ha de ser primero y fundamentalmente un practicante.
Cuando cesa de serlo creyendo saberlo todo, esa misma creencia se hace una venda de ignorancia que le cubre los ojos, impidiéndole dar iluminadamente aquellos pasos que pudieron hacerle progresar, su marcha se retarda haciendo menos provechosos sus mejores posibilidades.
Hasta que sus ojos se habrán nuevamente en un claro y profundo discernimiento de lo real.
Coleccionar grados, puede ser una inocente manía comparable a la pasión filatélica, mas entender practicar y vivir es algo muy distinto.
Llevar una condecoración o nombramiento no es realmente poseer determinado grado, hasta que la enseñanza se ha hecho parte integral del carácter y la conciencia individual.
Es un privilegio que impone un deber y sobre todo no puede ni debe tomarse a la ligera pues es una obligación noble.
Por esta razón la solidez de la organización está precisamente en razón inversa de la rapidez con que se quiere y pretende recorrer la serie de grado.
Tanto más rápido sea el progreso, menor será la comprensión y más fácil la desilusión. Los caminos demasiado fáciles, pierden atractivo y valor.
El poder del conocimiento y maestría se adquieren leal y dignamente, sólo como resultado del esfuerzo y la práctica individual, para elevarse y ennoblecerse intelectual y moralmente; llegando a la altura interior para merecerlo, obtenerlo y ejercerlo como es debido.


Fraternalmente: Shihan Gustavo Sánchez Rojas.

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